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La nube provoca el cierre de los aeropuertos de Bilbao, Asturias, Santander, Valladolid, León y Burgos.- Los de Santiago, Vigo y A Coruña se han reabierto a las 17.00.- Las previsiones apuntan a que la ceniza recorrerá la Península de Norte a Sur entre las 6.00 y las 12.00 de mañana
El mapa de evolución facilitado esta tarde por el citado centro oficial muestra que la nube se desplazará hacia el interior de la Península, hasta atravesarla de norte a sur, dejando únicamente fuera de su ámbito de influencia Galicia, Asturias, Cantabria, parte de Andalucía oriental, Murcia, Comunidad Valenciana, parte de Aragón y Cataluña.
Fuentes del Ministerio de Fomento explicaron, no obstante, que
las previsiones sobre suspensión de vuelos o cierre de aeropuertos las adoptan según los cálculos de la servicio meteorológico británico, en el que la extensión de la nube a las seis de la mañana de mañana es inferior a la prevista por el VAAC, que depende del mismo organismo meteorológico británico y complementa la información de este.
No obstante, de cumplirse las previsiones británicas, que ha acertado en sus últimos pronósticos sobre la evolución de la nube de ceniza, a mediodía de mañana la situación puede tornarse caótica para algunos de los grandes aeropuertos españoles, especialmente el de Barajas (Madrid). La franja de cenizas volcánicas, según el mapa de evolución, se extenderá también haciendo una extraña curva por todo el centro del continente europeo, con especial impacto en Francia, hasta llegar hasta Grecia y Turquía. La posibilidad de que no puedan operar los vuelos transoceánicos, a la vista de los mapas, parece casi segura.
Mientras, el aeropuerto de Salamanca, que lleva cerrado desde las 11.00 horas, continuará hoy en la misma situación hasta nueva orden. Los de gallegos afectados, Santiago, A Coruña y Vigo, han vuelto a funcionar con normalidad a partir de las 17.00. En el aeropuerto de Barajas (Madrid) se han cancelado 45 vuelos y de la terminal 4 ha salido 11 autobuses con pasajeros a Vigo, Santiago, A Coruña, Bilbao, Oviedo y Santander.
En total ha sido 96 los vuelos que se habían cancelado hasta las 17.00 horas en los diez aeropuertos de AENA que han sufrido restricciones operativas. España sigue así recibiendo los coletazos de la nube de ceniza, que ayer forzó el cierre de 20 aeropuertos del norte (entre ellos, Barcelona) y la cancelación de 673 vuelos de los casi 5.000 previstos para el día, y decenas de miles de pasajeros se quedaron en tierra.
El resto de Europa tampoco se ha librado de la nube, o al menos de sus consecuencias. Portugal no cerró aeropuertos, pero suspendió 104 vuelos. Los retrasos fueron abundantes, también en los viajes entre Europa y Norteamérica, informó Eurocontrol, el organismo europeo de seguridad aérea.
Los problemas empezaron de madrugada.
Eurocontrol avisó de que la nube se estaba extendiendo desde Islandia hacia la Península Ibérica. El aeropuerto de Santiago de Compostela fue el primero en cerrar, a las dos de la mañana. A Coruña, Vigo, Asturias, Santander, Burgos, León, Valladolid y Salamanca no llegaron a abrir. A mediodía se unieron a la lista Bilbao, Vitoria, San Sebastián, Pamplona, Zaragoza, La Rioja y Lleida. La seguridad es "la prioridad absoluta", aseguró a mediodía el ministro de Fomento, José Blanco. Las cenizas contienen partículas de roca, arena y cristal en suspensión que pueden afectar a las turbinas de las aeronaves, e incluso llegar a parar los motores y causar su caída. "No vamos a autorizar vuelos mientras los técnicos no garanticen que la nube está despejada y no supone un riesgo para las aeronaves", subrayó el ministro.
La nube alcanzó el Mediterráneo a las tres y media. Cerraron los aeródromos de Barcelona, Girona y Sabadell. Sólo en Barcelona se cancelaron 277 vuelos y se vieron afectados 28.000 viajeros, informa Sira Oliver. Valladolid, Salamanca y Zaragoza abrieron a las ocho de la tarde y los aeropuertos catalanes a las diez de la noche, pese a que se preveía que no lo hiceran hasta la madrugada, como los vascos.
Iberia -junto con su franquicia Air Nostrum- fue la compañía más afectada. Canceló 106 vuelos, pero fletó decenas de autobuses para trasladar por tierra a los viajeros que se habían quedado tirados en los aeropuertos del norte y en Barajas. Durante todo el día hubo autocares llegando y saliendo de Madrid con origen o destino a Santiago, Asturias, País Vasco... Renfe reforzó el servicio de trenes entre Barcelona y Madrid para trasladar a pasajeros que habían visto cancelados sus vuelos en El Prat. Una portavoz de Iberia relataba que la compañía llamó por la mañana a pasajeros de vuelos intercontinentales con salida desde Barcelona y escala en Madrid para adelantar su vuelo a la capital y evitar así que perdieran su enlace, puesto que ya entonces se preveía que la nube llegara también a El Prat.
Lo había avisado Eurocontrol en su última actualización sobre el estado del espacio aéreo europeo. La nube iba a llegar "al sur, hasta Portugal, y posiblemente tan al este que alcanzará a Barcelona y Marsella". El organismo europeo también señaló que las rutas de los vuelos transatlánticos se estaban desplazando hacia el sur para evitar las zonas afectadas del Atlántico norte. La última predicción del Volcanic Ash Advisory de Londres, a las ocho de la tarde, aseguraba que a partir de medianoche la nube se alejaría de España y se extendería por el espacio aéreo francés, pero hoy a mediodía volverá a Galicia.
El ministro de Fomento aseguró que no descarta que "a lo largo de la semana" vuelva a haber problemas si la nube regresa al espacio aéreo español. Desde que entró en erupción, el 13 de abril, el Eyjafjalla no ha dejado de escupir cenizas. No se sabe cuánto tiempo más seguirá así. La última erupción se produjo en 1821. No acabó hasta 1823.
Las aerolíneas llaman a la cautela ante los cierres de aeropuertos
La
Asociación de las Aerolíneas Europeas (AEA), que reúne a las mayores compañías aéreas de Europa, ha reaccionado ante la nueva llegada de la nube volcánica con una llamada a asegurarse de los riesgos que plantea la ceniza para los vuelos. "La seguridad absoluta debe ser la consigna", ha señalado el secretario general de la AEA Ulrico Schulte-Strathaus, "pero por el bien de los pasajeros y los negocios europeos el trastorno debe ser mantenido al mínimo y a medida con un 100% de seguridad". Y ha recordado que los procedimientos para definir las áreas de riesgo han sido modificados, de manera que si los niveles de concentración de ceniza no se consideran demasiado elevados, los vuelos son posibles. Eso sí -ha añadido-, con las restricciones que permitan precauciones adicionales que garanticen la absoluta seguridad de los vuelos. Subraya que se deben aclarar las medidas y la definición de riesgo para que las aerolíneas y los pasajeros no tengan que afrontar interpretaciones diferentes en cada país. "Es clave que sean cuales sean las decisiones que se tomen, estén basadas en datos verificados y verificables", ha añadido el secretario general.